Utilizaremos este blog para dar voz y visibilidad al trabajo que realizamos en el Campo de la Práctica de Primer Año del Profesorado de Nivel Primario de la Escuela Normal de Luján. Registraremos nuestras ideas, experiencias, convicciones, creencias, emociones y sentimientos. Mostrará nuestro aprendizaje como un proceso nunca acabado y posible de ser revisado.
miércoles, 21 de julio de 2010
Jorgelina, Yamila, Valeria, Mónica, Lucía, Paola, Nancy y Analía colaboran en la Parroquia Villa del Parque
Jorgelina cita a Paulo Freire:
“Leer el mundo implica, entre otras cosas, comprender que los espacios y los tiempos de los aprendizajes son múltiples y variados y además de las escuelas, existen otros espacios donde también se enseña y se aprende. Son otros, son diferentes, pero no dejan de ser educativos”
"La ciudad incide fuertemente en los aprendizajes de las personas y de las instituciones. Quienes aprender cotidianamente y contradictoriamente de la ciudad y en la ciudad. Hay nuevos espacios, nuevos escenarios, nuevos tiempos; esto exige educar la mirada y permitirse habilitar nuevas interpretaciones para comprender una ciudad con nuevos código y nuevas formas de organización"
Nancy relata las dificultades iniciales:
La actividad que teníamos pensada no lo pudimos realizar. Nos pusimos a un costado y apenas pudimos hablar con dos o tres. Otros nos miraban . Para mí, era como invadir el lugar de ellos...
Cuando quisimos hablar las reacciones de algunos de ellos fueron muy fuertes. Nos dijeron cosas que nunca nadie me había dicho. Hubo palabras y gestos que no esperaba. Nos habían dicho que iba a ser complicado, pero nunca pensé que tanto. Hasta volvimos con semillas de mandarina que nos habían tirado".
Luego de tres visitas, Nancy escribe en su bitácora:
"Ya casi nos conocemos entre todos y sabemos los nombres. Los encuentros son amistosos. Estoy contenta de haber conocido este lugar y haber tenido esta experiencia".
Mónica nos cuenta:
"Les propusimos a los chicos que realizaran un cartelito con su nombre y que los decoraran dibujando y pegando stikers. Los niños dibujaban con entusiasmo. Como llegaban más armamos otra mesa.
Poco a poco nos iban conociendo. Les gustó que les saquemos fotos..."
Relata Valeria en su Bitácora:
Siempre le dije a mi familia cuando veía la pobreza y la tristeza por la tele: "¡Cómo me gustaría haber sido una persona con mucho dinero para ayudar a esos nenes! poder armar un comedor..."
Lamentablemente, como soy muy humilde no puedo ayudarlos con cosas materiales. Con esta experiencia me di cuenta que hay algo mucho más importante que tener dinero, que lo supera: es darles amor, cariño, contención, o "sacerles" una sonrisa.
Mi primer experiencia fue muy linda y emotiva.
Yamila dice:
"Nos fuimos con preguntas como : "Vuelven el sábado?". Me llené de alegría y voy a volver"-
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